La Psicopedagogía se encuentra en una posición intermedia entre la salud y la educación. La incorporación de psicopedagogos en instituciones de salud ha conseguido que la exploración neuropsicológica quede al servicio de la vigilancia temprana del neurodesarrollo.
A medida que el cerebro del niño se desarrolla, las diferentes partes se van especializando gradualmente cada vez más, según van evolucionando los circuitos neurales específicos para las distintas funciones. El desarrollo temprano del cerebro depende de las experiencias adecuadas; el cerebro joven tiene capacidades y respuestas reactivas y plásticas, con un elevado número de neuronas y conexiones entre ellas, formando sistemas que sirven de apoyo a las diferentes funciones sensoriales, cognitivas, emocionales y conductuales. El carácter único de cada niño es resultado de las complejas acciones entre los genes que controlan el crecimiento del cerebro y las experiencias formativas provenientes del entorno del niño, que tienen que ver tanto con la sensibilidad como con la resiliencia.
En los últimos años, he basado mi trabajo clínico psicopedagógico en la prevención de dificultades de aprendizaje, de lenguaje y de socialización. Siendo posible la atención primaria de niños en edades entre 2 y 5 años. Los padres consultan más tempranamente porque desean saber si el desarrollo de sus niños es normal o atípico, cómo actuar ante determinados comportamientos y si requieren de tratamiento o asesoramiento profesional específico. Las inquietudes más comunes se encuentran entre:
– lenguaje y comunicación,
– dificultades de índole cognitivo,
– por hiperactividad e impulsividad,
– afectividad,
– por la adaptación social ya sea en jardines de infantes o por el comportamiento en situaciones sociales y/o familiares y
– también por desarrollo psicomotriz.
Es importante destacar, que las derivaciones surgen gracias a la mayor información que poseen tanto los padres y docentes como los pediatras y demás efectores de salud con respecto a la incumbencia de la práctica psicopedagógica.
El trabajo dentro del área preventiva consiste en:
• Asesoramiento con respecto a la caracterización del proceso de aprendizaje, ya sea dentro de lo esperado para la edad como de sus perturbaciones y/o anomalías.
• Realizar diagnósticos de los aspectos preservados y perturbados comprometidos en el proceso de desarrollo para efectuar pronósticos de evaluación y/o derivaciones pertinentes.
• Realización de diagnóstico que posibiliten la detección de las perturbaciones y o anomalías en el proceso de aprendizaje.
• Explorar las características psicoevolutivas del sujeto en situación de aprendizaje.
• Implementar sobre la base de diagnóstico, estrategias específicas-tratamiento, orientación, derivación-destinadas a promover procesos armónicos de aprendizaje.

ACTIVIDADES INTERDICIPLINARIAS: Para finalizar es importante destacar que la prevención es posible gracias a la participación de los profesionales en un equipo interdisciplinario; donde se conozca en profundidad el quehacer de cada disciplina para abordar las problemáticas de desarrollo temprana u oportunamente.

Recientes